jueves, 20 de enero de 2011

La familia Piccard

En mayor o en menor medida, todas las familias tienen sus costumbres. La de la familia Piccard es la de batir récords, nada más y nada menos. Sus miembros son exploradores y científicos (en cierta forma, ambas cosas son casi lo mismo) que han contribuido con lo suyo al desarrollo de autos, globos, submarinos y aviones, entre otras tantas cosas. 

Comencemos con los hermanos Jules y Paul. El primero, químico y amigo de Pasteur, se conoce por haber inventado el filtro de agua en el cual Robert Hirch se basaría para inventar su famoso embudo (embudo Hirch), el cual es un elemento esencial del todo laboratorio químico. Antes de que el filtro de aspiración de Jules fuese la norma, era una tortura extraer el producto sólido de una mezcla de reactivos. Posteriormente, Jules se centró en sus investigaciones sobre la cristina, una sustancia que se caracteriza por sus propiedades tranquilizantes (es un ansiolítico). 

Paul, el menor de los dos hermanos, fundó una compañia con Lucien Pictet que sería la primera en desarrollar exitosamente un sistema de turbinas en las Cataratas del Niagara. Tarea nada sencilla considerando las terribles presiones y volúmenes de agua con los que hay que tratar. Sin embargo, la compañía Piccard-Pictet es más conocida por su linea de autos, que se consideraba, en ese entonces, al nivel de Mercedes y Roll Royce. También inventaron el primer auto de grand prix con frenos en sus cuatro ruedas.

Jules y Paul Piccard (fotografía restaurada y pintada digitalmente por Tom Deering).
Jules tuvo dos hijos gemelos: Auguste y Jean-Felix. El primero, inventor y profesor de física yen quien está basado el profesor Tornasol de Tintín, miró al cielo, construyó el primer aerostato dotado de una cabina presurizada y se fue junto con su mujer, que era fotógrafa, a la estratosfera. En su primera ascensión, en 1931, obtuvo un récord mundial al alcanzar los 15 780 metros de altitud. Más tarde, se superó al alcanzar los 16 900 metros. Allí, en las alturas, se dedicó al estudio de los rayos cósmicos, la ionización de la atmósfera y adquirió información sobre las temperaturas estratosféricas.

Auguste Piccard.
Jean-Felix, que era ingeniero y experto en aeronáutica (globos, para ser más específico), perfeccionó el aerostato de su hermano y, en 1934, llegó a los 17 500 metros de altitud. Este viaje lo hizo junto con su esposa, Jeannette, quien se convirtió en la primera mujer en llegar a la estratosfera, y la única hasta que Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer en el espacio 29 años más tarde. Ella fue también la primera mujer en obtener una licencia de piloto de globos. Jean-Felix y Jeannette trabajaron juntos en varios proyectos, incluido el desarrollo del primer globo de plástico, con el cual superaron los 50 000 metros de altitud.

Jean-Felix Piccard.
Volviendo a Jean-Felix, a él se le debe el invento de una ventana frost-free que luego sería mejorada y utilizada por la mariana y la fuerza aérea estadounidense en algunos de sus aviones. También fue el primero en volar un globo de celdas múltiples, inventado por John Ackerman, que consistía en 98 globos de latex los cuales Jean-Felix tuvo que reventar uno a uno con su revolver para poder aterrizar. 

Más tarde, en 1947, Jean-Felix ayudó a Otto C. Winzen en el desarrollo del proyecto Skyhook (famoso entre los fanáticos de los OVNI's). Este consistía en la utilización de globos, capaces de superar los 100 000 metros de altitud, para fotografiar el Sol. 

A la muerte de Jean, Jeannette pasaría a trabajar para la NASA. En 1998, ella recibió, póstuma, su lugar en el Salón Internacional de la Fama Espacial del Museo de Historia Espacial de Nuevo México (este nombre en inglés suena cool; en castellano parece un trabalenguas).

Jeannette y Jean-Felix Piccard.
Mientras Jean-Felix seguía concentrado en el cielo, Auguste se volvió hacia las profundidades e inventó, aprovechando sus conocimientos de la cabina presurizada, el batiscafo. Con él se dedicaría al estudio de las corrientes oceánicas y la vida marina. La primera inmersión, realizada a control remoto y sin tripulantes en 1948, alcanzó los 1 080 metros de profundidad. Años más tarde, en 1953, Aguste descendería a 3 150 metros en su famoso batiscafo Trieste. Siete años más tarde, el hijo de Aguste, Jacques Piccard, y su compañero, Don Walsh, utilizarían el Trieste para llegar a lo más profundo que ningún hombre a llegado jamás: 10 911 metros de profundidad (las mediciones originales eran de 10 916 metros, pero fueron corregidas luego).

Auguste Piccard en la foto más famosa de la historia de la ciencia.
Jacques, que había estudiado economía y relaciones internacionales, prefirió seguir con la vista en el mar y construyó, a lo largo de su vida, cuatros submarinos (mesoscafos): el Auguste Piccard, el Ben Franklin (PX-15), el F. A. Forel y el PX-44. El primero de ellos, el Auguste, se convertiría en el primer submarino de pasajeros del mundo. Con el segundo, Jacques exploró, en 1969, la corriente del Golfo Stream pasando un mes bajo el agua junto con otros seis científicos. Esta fue una exploración a la deriva: se dejaron guiar por la corriente a unos 300 metros de profundidad.

Jacques Piccard.
Jean-Felix y Jeannette también tuvieron un hijo, Don Piccard, aficionado a los globos y pionero en el uso de polyester para su construcción. En 1960, su globo Holiday se convirtió en el primer globo de este material en llevar tripulación. Tres años más tarde, Don fue el primero en sobrevolar en globo el Canal de la Mancha. Pero él es famoso, sobre todo, por revivir y mantener vivo el vuelo en globo al instaurarlo como un deporte tras su época de declive.

Don Piccard llevando  a sus nietas (gemelas) a su "primer viaje en globo".
Volviendo a Jacques, él tuvo un hijo al que, mostrando una vez más su pasión por el agua, llamó Mar. Irónicamente, Mar Bertrand Piccard estuvo siempre más interesado en los cielos. En 1999, junto con Brian Jones, completó la primera circunvalación al mundo en globo aerostático y sin escalas, en la cual batiría el récord de permanencia en vuelo (19 días, 21 horas y 47 minutos). En estos momentos, Bertrand está construyendo un avión a energía solar con el cual planea dar, otra vez, la vuelta al mundo.

Mar Bertrand Piccard.
Finalmente, Jean-Luc Piccard, capitán en la Flota Estelar, se hizo con el mando del Enterprise-D para ir, una vez más, a donde ningún hombre a ido antes.

Jean-Luc Piccard. (Nótese su parecido con Bertrand).

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