martes, 4 de enero de 2011

El arte de controlar los sueños


En la entrada anterior he comentado que soy onirouta: puedo controlar mis sueños. Como dicha entrada se limitó sólo a describir mi experiencia con el sueño lúcido, decidí escribir esta explicando cómo lo hago. No a todos les funcionan los mismos métodos y técnicas. Si mi método no les da resultado, prueben con otro. Realmente vale la pena.

Antes que nada, daré algunas de las definiciones introducidas en la entrada anterior (para librar así a quien no quiera leerla):

Onironauta: aquél que tiene la capacidad de tener sueños lúcidos.

Sueño lúcido: estado en el que uno es consciente de que está soñando y puede, en consecuencia, modificar el sueño a voluntad. Sin embargo, no se puede controlar todo a la primera: hay cosas más sencillas de hacer que otras (así que no busque sexo a la primera; no funcionará). Si uno se concentra mucho para manipular cierto aspecto del sueño, puede despertarse.

Falso despertar: es un tipo de sueño en el que creemos haber despertado. Entrar en un falso despertar no es ninguna molestia, pero puede anular el sueño lúcido si no nos damos cuenta de que estamos, en realidad, dormidos.

Parálisis del sueño: sucede cuando te despiertas pero tu cuerpo permanece aún en estado letárgico. En consecuencia, no te podrás mover, hablar no respirar con facilidad. Dura sólo unos instantes, así que lo mejor es estar tranquilo hasta que pase. Es importante no ponerse nervioso ni asustarse; la parálisis del sueño ni es peligrosa, aunque puede ser desagradable.

El método

El método para controlar los sueños consiste, en principio, en tres partes:

1. Anotar los sueños.

En un principio, dada mi buena memoria, omitía hacer esto. Sin embargo comencé a confundir algunos sueños lúcidos con recuerdos, creyendo así que ocurrieron cosas que nunca lo hicieron. Por eso es importante anotar los sueños tan pronto uno despierta: para la separar la realidad física de la onírica. O, al menos, así es para mí.

2. Acostumbrarse a realizar el Test de Realidad.

Si vieron Incepcion recordarán que los personajes tenían un pequeño objeto, al que llamaban totém, mediante el cuál podían discernir si estaban soñando o no. El test de realidad es algo similar. Consiste en acostumbrarse a hacer, en estado de vigilia, alguna prueba de que no estamos soñando para luego inducir en el sueño esta acción. El notar algo extraño es la mejor forma de adquirir lucidez. De hecho, creo que es la única salvo la suerte. Lo que yo acostumbro hacer es mirar la hora en mi celular: si puedo fijar la vista en los números, no estoy soñando. Si no puedo fijarla, me doy cuenta que se trata de un sueño y entro en el sueño lúcido.

No hay ninguna prueba que sea válida para todo el mundo, cada quien tiene las suyas. Estas son algunas de las más comunes:
  • Saltar para ver si uno flota.
  • Tratar de leer lo mismo varias veces para ver si se trata siempre del mismo texto.
  • Mirar un reloj para ver si el tiempo trancurre de forma extraña o si se puede fijar la vista.
  • Ver si los interruptores de luz funcionan.

3. Inducir el sueño lúcido.

También existen muchas maneras para hacer esto. Mencionaré sólo las dos que utilizo porque son las que he probado, pero es fácil encontrar otras en Internet.

La técnica más sencilla y eficiente, para mí, consiste en no levantarse ni abrir los ojos al despertar. En su lugar, hay que quedarse quieto y tranquilo hasta dormirse de nuevo, lo que no debería tardar mucho. Haciendo esto he tenido un promedio de tres sueños lúcidos seguidos.

Mi segunda técnica consiste en visualizar un sueño, preparado con anterioridad, varias veces hasta quedarme dormido. Esta técnica me es natural, pero he leído que es difícil de dominar. Lo que puedo afirmar es que será aburrido si eres de los que tardan en dormirse.

Pueden encontrar más técnicas e información en el siguiente wikilibro: Sueño Lúcido. Denle una ojeada; es bastante bueno.

Links de interés:

http://www.onironautas.org/
http://www.lucidity.com/

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