domingo, 9 de enero de 2011

Epson y la obsolescencia programada


La obsolescencia programada es aquella famosa estrategia económica que consiste en hacer intencionalmente un producto de poca vida útil para que tengas comprar uno nuevo al poco tiempo, gastando más dinero del que deberías y contaminando más el planeta que haciendo productos duraderos. Sólo un economista puede creerse listo al pensar en ir en contra de las leyes de la física e intentar sacar energía de la nada. El hecho de que los recursos del planeta son finitos debería ser la ley cero de la economía. Aunque nosotros somos tan malos e ingenuos como los economistas al participar sumisamente de esto. (Bueno, está bien, mucha más gente que los economistas buscan ingenuamente violar las leyes de la física. Estos últimos sólo lo hacen a su manera).

Un ejemplo de obsolescencia programada es el que sufro yo con mi pésima multifunción Epson. Los cartuchos de tinta que utiliza vienen con un chip que cuenta la cantidad de impresiones que podes hacer. Al superar ese número dejará de imprimir, tengas tinta o no. Además; si, según el chip, un solo cartucho se queda sin tinta, la impresora no imprimirá con ningún color, tengas tinta o no. Así que si estás apurado y te quedaste sin tinta negra para imprimir aquél importante texto, ni se te ocurra pensar que podrías imprimirlo en azul. Las cosas no funcionan así.

Y no sólo eso. Es bien sabido que los productos de Epson tienen un chip que cuenta el número de impresiones. Cuando este alcanza cierto valor predeterminado, la impresora deja de imprimir y debes comprar una nueva.

Esta multifunción Epson es también un claro ejemplo de cómo los adelantos tecnológicos pueden servir para esclavizarnos más que para beneficiarnos.

Actualización: Cuando uno aprende una palabra nueva comienza a oírla en todos lados. Así me pasó con el término obsolescencia programada, el cuál se ha reproducido por Internet gracias al documental Tirar, comprar, tirar. Recomiendo verlo.

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