En general, cuando la luz incide sobre un cuerpo, este absorbe parte de ella y refleja el resto. Esa luz reflejada es la que llega a nuestros ojos para que podamos ver al objeto. Eso es lo que ocurre en los llamados cuerpos opacos; otros, en cambio, son translúcidos: dejan pasar luz a través de ellos. Si la nitidez es buena, como a través del vidrio de una ventana, entonces el cuerpo translúcido obtiene el título de transparente. Así, para alcanzar la invisibilidad podemos, en principio, tratar de volvernos completamente opacos para no emitir nada de luz y que no puedan vernos o tratar de hacernos perfectamente transparentes para que se vea a través de nosotros.
Comenzamos con la idea de volvernos opacos. Imaginemos que tras consultarlo con la almohada desarollás una sustancia misteriosa que al beberla te permite absorber toda la luz que incide sobre vos y no reflejar nada. Sin duda recibirás un premio por este logro, pero me temo que no serás invisible. Si bien no emitirás nada de luz hacia los ojos de nadie, se percibirá una silueta negra. Y es que lo que no refleja luz se ve negro. Un ejemplo es esto es el Espacio, en donde, salvo la de las estrellas, no hay luz que nos busque. Pero no hace falta irse tan lejos. Si tenés un objeto rojo es porque este refleja la luz roja. Si lo iluminás con una lámpara que emita luz de cualquier color salvo el rojo, entonces lo verás negro, pues no reflejará nada y absorberá el resto. (El caso contrario es un cuerpo blanco, el cual vemos como tal cuando un objeto refleja toda la luz que incide sobre él). Además, lo que está detrás de ti tampoco se podrá ver porque su luz será absorbida por tu espalda. Aunque en un cuarto pintado de negro, y con mala iluminación, tal vez funcione.
Nuestro hombre invisible: estamos lejos de lo que queríamos. |
Veamos ahora la segunda forma de invisibilidad. El primer problema que tenemos es que debemos hacer que la luz atraviese cada músculo y tejido de nuestro cuerpo de forma tal que seamos perfectamente transparentes. Esto es jodido. Pensemos en un vaso con agua; el vidrio es translúcido y el agua también, pero un objeto en ellos se verá agrandado o deformado. Y es que cuando la luz pasa de un medio a otro no sigue moviéndose en línea recta sino que cambia su curso. Esto se llama refracción, y cuánta de esta se producirá depende de las propiedades de los medios involucrados.
Refracción de la luz |
Bueno, ya estamos cerca. |
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