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lunes, 20 de junio de 2011

Los cultos al cargo


Malanesia, un conjunto de islas de Oceanía compuesta por Nueva Guinea y otras islas menores, es el claro ejemplo de la Tercera ley de Clarke: “Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”. Y es que por estas tierras el choque entre dos culturas de distinto nivel tecnológico puede verse a simple vista en las distintas torres de control de bambú, aviones de madera, radios de cocos, hangares con techo de paja y pistas de aterrizaje de tierra creadas por los nativos. ¿Para qué hacen todo esto? Para obtener el cargo: las riquezas del otro de mundo robadas por el hombre blanco.

 

La locura de Vailala

Si bien no se sabe a ciencia exacta cuándo y cómo comenzó todo, una de las primeras descripciones detalladas de estos cultos al cargo provienen de comienzos de la década del '20 en un fenómeno conocido como Locura de Vailala (un nombre curioso, lástima que no hallé una buena explicación de su origen). Los nativos de Papúa Nueva Guinea habían observado cuidadosamente que los extranjeros blancos no trabajan la tierra ni cazaban, sino que recibían todo lo que necesitaban a través de enormes canoas metálicas. Evidentemente, sus dioses eran más bondadosos que los suyos, así que comenzaron con lo que se llama “la imitación al hombre blanco”. Si imitaban todos los claros rituales religiosos a los que los europeos se entregaban con asiduidad, como el tomar el té por las tardes, bailar o marchar de un lado al otro con el fusil al hombro, entonces ellos también serían bendecidos con el cargo. Y así lo hicieron: pintaron su cuerpo imitando uniformes militares, se sentaron a la hora del té en una mesa decorada con flores a beber quién sabe qué y marcharon con fusiles de bambú al hombro esperando que sus ancestros vinieran en barcos fantasmas a traerles el cargo.

Nativos que rinden culto a Felipe de Edimburgo
Los misioneros de Madang

En la costa de Madang, también en Papúa Nueva Guinea, se originó otro culto bastante interesante, deliciosamente relatado por Marvin Harris en su libro Vacas, cerdos, guerras y brujas(Yo me limitaré a dar un resumen, pero recomiendo seriamente que leas el libro si no lo has hecho ya: es de lectura imprescindible). Parece ser que los nativos aceptaron aprender el cristianismo de los misioneros con el fin de adquirir el “secreto del cargo”, es decir, averiguar de dónde sale y cómo obtenerlo. Sin embargo, ellos interpretaron la Biblia a su manera. Aprendieron como Dios le quitó el cargo a Adan y Eva, como bendijo a Noe un arca repleta de cargo y como Jesús volvería con cargo para los buenos cristianos. Ellos aprendieron y trabajaron duro, pero observaron que todo el cargo iba a parar a las manos de los misioneros y jamás a las suyas: habían sido engañados y se les había ocultado el secreto del cargo. Su interpretación fue la siguiente: Jesús había dado en un principio el cargo a los europeos, pero ahora quería dárselo a ellos. Los misioneros, molestos, se interponían y les robaban el cargo. En medio de la Segunda Guerra Mundial, los japoneses que llegaron a Madang y expulsaron a las misioneros fueron vistos como libertadores, aunque estos luego se llevarían su comida y destruirían sus plantaciones. Luego los japoneses se fueron y volvieron los australianos, que les prometieron prosperidad a los nativos, pero estos, evidentemente, ya no confiaban en nadie. Para mostrarles la verdad sobre el cargo, los australianos llevaron a Yali, un profeta nativo, a que conocer “la civilización”. Si la idea era que Yali comprendiese que no había nada sobrenatural en el asunto, todo salió al revés. El profeta fue incapaz de comprender por qué aquella riqueza no estaba distribuida igual entre todos ni por qué algunos sin trabajar pueden tener todo el cargo que quisieran, mientras que otros, trabajando duro, apenas pueden disfrutar de él. Al volver a sus tierras, Yali comenzó su lucha para erradicar al cristianismo y a los misioneros y se convirtió en un importante líder espiritual.

El culto a John Frum

Si bien las últimas décadas la gran mayoría de los cultos cargo han ido desapareciendo, todavía hay algunos movimientos bastantes fuertes. El principal es el culto a John Frum, que surgió en la década del '40 en la isla de Tanna, en lo hoy se conoce como el archipiélago de Vanuatu. Sus fieles creen que él volverá a la isla en un avión enorme y repleto de cargo, trayendo consigo el paraíso a la tierra. La llegada de John Frum, hermano de Roosevelt, el Rey de America, es para ellos el nacimiento de una nueva época, en la que habrá cargo para todos; como casas prefabricadas, lavadoras, autos, y hasta mujeres rubias; no tendrán que trabajar y estarán libres de la opresión del hombre blanco.

15 de febrero: Día de John Frum

Este culto, claro está, fue impulsado por la llegado de los norteamericanos a la isla durante la Segunda Guerra Mundial. Ellos ya no llegaron en barcos como los ingleses o australianos, sino que lo hacían mediante aviones, los cuales, además, arrojaban cargo a la tierra. Así que los malanesios, continuando con su plan imitador, construyeron las torres, aviones, hangares y pistas falsas que mencioné al comienzo de esta entrada. En la actualidad, cada 15 de febrero se celebra en Tanna el Día de John Frum.

 

Los cultos al cargo melanesios no son los únicos movimientos de este tipo. Los antropólogos registran unos diez mil movimientos similares en África, quinientos en Filipinas, doscientos en Corea y cien en América latina. Claro que si consideramos que la naturaleza y el universo son las máquinas más avanzadas y complejas que conocemos y que la ciencia, la única herramienta que disponemos para su estudio, es bastante reciente, entonces veremos que esa gran cantidad de misticismos y psudociencias que nos encontramos a diario no son más que cultos al cargo (el genial Richard Feyman tiene su opinión al respecto). Sólo difieren en que entienden por cargo.

 
Dawkins cuenta la historia de los cultos al cargo. Partes I y II.




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sábado, 4 de junio de 2011

Radio Caroline: una radio pirata en alta mar


No necesito mencionar lo que la década del '60 fue para la música, ni a las fantásticas bandas, músicos y Dj's que proliferaron en esa época. La originalidad y el talento brotaron de los instrumentos ingleses en cantidades abrumantes. Y sin embargo la BBC (British Broadcasting Corporation), la única transmisora británica en ese entonces, sólo dedicaba dos horas semanales a la “música juvenil” y a través de un mero programa dominical que sólo pasaba los éxitos del momento. Por un lado, la BBC, que aún no era independiente del gobierno, estaba obligada a filtrar el contenido para que fuese respetable, educativo, cultural e imparcial, signifique esto lo que signifique. Esto hizo que, desde su creación en el '27, su programación fuera sencillamente aburrida. Lo cual era bastante malo considerando que el gobierno le había cedido el control total de la radio. Inevitablemente, la audiencia terminó sintonizando Radio Luxembourg, una radio comercial creada en el '33 y que tenía como uno de sus principales objetivos romper con el monopolio de la BBC transmitiendo desde fuera del territorio inglés, en el pequeño ducado europeo que le dio nombre. Su programación era mucho más divertida y entretenida y, pese a los distintos obstáculos del gobierno inglés, el cual la consideraba “pirata”, en menos de seis años ya se había hecho con casi la mitad de la audiencia británica. Y si bien Radio Luxembourg paró temporalmente su transmisión en el '39, cuando tuvo que cerrar para que el ducado pudiese mantenerse neutral en la guerra, volvió en los '50 y no sólo recuperó su audiencia sino que fue en esa década cuando vivió su mejor momento. Era claro lo que el publico quería, pero el gobierno no sólo no escuchaba, sino que en el '49 sacó una ley que exigía que para transmitir en suelo inglés se necesitaba aprobación de la BBC (o del gobierno): el monopolio se mantendría.

Pero la BBC no sólo era aburrida, sino que también existían acuerdos con la Musicians Union (MU), un organismo británico cuyo fin es proteger el trabajo y derechos de sus miembros. Estos acuerdos restringían cuál y cuánta música la BBC podía transmitir. No podía ser mucha, pues si el público podía acceder a música gratis durante las 24 horas del día evidentemente no iba a querer comprar discos (como se ve, la idea de que el ser humano prefiere soportar cualquier incomodidad con tal de no gastar un centavo no es para nada reciente) Así, la MU, buscando proteger a la música y a los músicos, restringió aún más su difusión.

Ronan O'Rahilly
Y así llegamos a los '60, cuando entra en la historia Ronan O’Rahilly, un irlandés bien posicionado y que no encontraba discográfica alguna que quisiera a las bandas que el representaba. Así que armó la suya propia. El problema ahora era que la BBC sólo emitía los éxitos del momento y que Radio Luxembourg tenía todo su espacio vendido: no había lugar en el aire para los nuevos músicos de O'Rahilly. Sólo podía hacer una cosa: crear también su propia radio. Y para esquivar aquella ley que exigía el permiso de la BBC para transmitir en suelo británico se inspiró en Radio Verónica, una popular radio holandesa la cual aprovechó el vacío legal existente para transmitir desde alta mar [1]. Con esta idea en mente, O' Rahilly consigió un barco llamado Fredericia y lo llevó al puerto de su padre en Greenore, Irlanda, para que lo convirtiesen en Radio. Junto a él estaba en preparación el barco de Alan Crawford, un australiano que desde hacía tiempo estaba desarrollando un plan bastante similar al de O' Rahilly. Surgió la rivalidad entre ambos, pero el Fredericia estuvo listo primero y en la Semana Santa del '64, cerca de la costa de Suffolk, los locutores Chris Moore y Simon D emitieron su famoso “Hola, esto es Radio Caroline en la frecuencia 199 [2], tu emisora de sólo música…”, y a continuación sonó "Round Midnight" de Jimmy McGriffi, una canción de jazz compuesta por Thelonious Monk. Había nacido la primera radio que transmitía música prácticamente todo el día, y el éxito fue inmediato: en los primeros diez días de transmisión ya les había llegado 20,000 cartas de apoyo.

Round Midnight, de Thelonious Monk

A Crawford esto no le gusto mucho, así que dio nacimiento a Radio Atlanta situándose junto al Frederica y bloqueándole la señal. Ambas embarcaciones compitieron así entre ellas, interfiriéndose una a otra durante un mes hasta que finalmente llegaron a un acuerdo: el Fredericia se establecería hacia el norte de Irlanda y llegaría a los hogares del noroeste de Inglaterra, Escocia e Irlanda, en lo que se llamaría Radio Caroline North; Crawford, al frente del Mi Amigo, se situaría frente a las costas de Essex y cubriría el resto de las Islas Británicas bajo el nombre de Radio Caroline South.

Caroline, de The Fortunes: la firma de Radio Caroline.

Rápidamente la radio se volvió terriblemente popular, y como se avecinaban épocas de elecciones, el gobierno británico se mostró reacio a tomar medidas frente a los “piratas”. El ejemplo de O'Rahilly y Crawford y la inacción gubernamental sólo podía derivar en una cosa: más radios en alta mar. En muy poco tiempo la audiencia pasó de tener sólo el monopolio de la BBC a poder elegir entre Radio Caroline, Radio London, Radio City, Radio 390, Swinging Radio England, Britain Radio, Radio 270 y Radio Scotland, entre otras.

El Fredericia
La alta difusión musical que estas radios produjeron derivó en un aumento constante de la ventas de discos y en la aparición de decenas de grandes nuevos músicos, talentos que de otro modo quizás nunca hubiésemos escuchado. La industria de la música estaba feliz por las ventas, pero se mostró descontenta con ambas partes: por un lado los piratas no respetaban sus derechos, y por el otro el gobierno no sólo no los combatía sino que no les dejaba otra alternativa. Las radios piratas le había mostrado que no solo era posible una una nueva forma de hacer negocios en la radio sino que era necesaria, pero el gobierno y la BBC seguía sin escuchar.

El fuerte de Radio City
La principal rival de Radio Caroline era Radio City. Esta emitía desde una fortaleza de la Segunda Guerra Mundial situada en el Thames Estuary. Uno de los directores de Radio Caroline, el mayor Oliver Smedley, accedió a comprar un nuevo transmisor para el fuerte mientras que Reginald Calvert, el propietario de Radio City y manager de The Fortunes, continuaría sus operaciones en nombre de Radio Caroline. Sin embargo, Smedley retiró el acuerdo cuando supo que el gobierno británico se proponía perseguir a quienes ocuparan fuertes militares, los cuales eran propiedad de la Corona. Furioso por la ruptura del pacto, Calvert fue a pedirle explicaciones a Smedley. El encuentro desembocó en una violenta confrontación en donde Smedly dio muerte a Clavert de un disparo. Si bien bien Smedley fue absuelto de los cargos por considerarse que actuó en defensa propia, este hecho fue la excusa perfecta para que el gobierno británico iniciara una persecución sin tregua de las radios piratas. En el '67 se estableció una ley marítima que preveía el bloqueo de todas aquellas embarcaciones que albergaran una emisora. La falta de alimentos, personal e ingresos hizo que una a una las emisoras piratas fueran cayendo, todas salvo Radio Caroline, que se mudó a Holanda, en donde las emisoras de alta mar aún no habían sido prohibidas, y transmitió durante siete meses. Sin embargo, la renovación de la publicidad extranjera no llegó y los barcos fueron incautados por falta de pago.

El hundimiento de Mi Amigo
El gobierno británico, preocupado por su popularidad, buscó reemplazar a las radios piratas y en el '67 la BBC creó a Radio 1, Radio 2, Radio 3 y Radio 4, para las cuales contrataron a muchos de los antiguos Dj's piratas: las cosas estaban cambiando. Si bien estas son hoy en día exitosas, en especial Radio 2 que es la radio con mayor audiencia en Reino Unido, en su momento los acuerdos con la MU derivaron en un repertorio bastante malo, lo que les valió la desaprobación del público. Esta situación hizo que cuando O'Rahilly reviviera a Radio Caroline en el '72 se encontrara con un enorme público fiel que lo mantendría en el aire hasta el '80, cuando Mi Amigo se hundió tras una tormenta. Sin embargo esto no desalentaría a O'Rahilly, quien en 1983 se lanzó al mar nuevamente y continuó en él hasta el '91, cuando su barco fue abordado por orden del fiscal inglés James Murphy, quien alegó que la frecuencia utilizada por Radio Caroline interfería en las comunicaciones marítimas. La legalidad del asalto esta aún en disputa. Radio Caroline alega que el abordaje del barco en aguas internacionales está prohibido y que la consecuente destrucción de los equipos fue un acto de verdadera piratería. Las autoridades holandesas, por el contrario, alegan que la bandera panameña del barco estaba caduca desde el '87, por lo que no estaba bajo protección legal de país alguno durante el abordaje y que sus transmisiones fueron un incumplimiento de las regulaciones internacionales de la radio, las cuales habían prohibido, desde el '82, toda transmisión comercial fuera de las aguas territoriales de un país.

Abordaje del MV Ross Revenge, el último barco de Radio Caroline.

Desde entonces Radio Caroline transmite con licencia y desde tierra firme a través de Internet.




Notas:

[1] Cabe mencionar que Radio Verónica no fue la primera radio comercial en emitir sin licencia y desde altamar; este honor se le suele dar a Radio Mercur, una radio danesa que comenzó a transmitir en 1958. Pronto los periódicos daneses comenzaron a llamarla "radio pirata".

[2] 199, en inglés, rima con Caroline.

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jueves, 31 de marzo de 2011

El cinismo en el síndrome de Diógenes


No es tan infrecuente como debería que cuando alguien entra en mi habitación articule una oración con las palabras “síndrome de Diógenes”. Este trastorno consiste en recluirse en el hogar y acumular cosas y cosas inútiles hasta que la vivienda de quien lo padece se vuelve inhabitable a la vez que la higiene personal queda en el olvido. No menciono esto para tratar de defenderme de esta acusación, ya que sería imposible, sino para preguntar qué relación tiene este síndrome con el filósofo griego: la filosofía de Diógenes distaba mucho de vivir encerrado acumulando cosas.

Diógenes de Sínope es un personaje bastante particular cuya rarezas se siguen comentando 2300 años después de su muerte. Y si bien no es el fundador de la escuela cínica, honor que le corresponde a su Antístenes, su maestro, es sin lugar a dudas su mayor exponente. Los cínicos buscaban alcanzar la virtud a través de la autosuficiencia, que era independencia y libertad. Así que se desprendían de todo lo que poseían, salvo “lo que pueda llevarse en caso de naufragio”, y llevaban vidas simples y acordes con la naturaleza. Aquí está el primer problema con el nombre del síndrome: Diógenes no juntaba cosas sino que sus únicas pertenencias eran su capa y su bastón, los cuales tenían más funciones que la navaja de McGiver y formaban parte del “uniforme” característico de los cínicos tras ser impuesto involuntariamente por Antístenes. Se dice que durante mucho tiempo llevó también una jarra para el agua, pero al ver a un niño beber de una fuente sólo con sus manos se lamentó por haber estado llevando un objeto “tan molesto e inútil”. Tampoco tenía casa sino que dormía en donde quería. El mito afirma que lo hacía en un tonel de vino, pero lo dudo mucho porque él era nómade: según el clima iba de una ciudad a otra. Y no me lo imagino llevando el tonel consigo, aunque es posible que sí haya vivido  en uno durante algún pequeño tiempo. Esta forma de vida lo convirtió en un"ciudadano del mundo" que prefería "un bárbaro virtuoso a un griego estúpido", aunque el griego estúpido fuese su familiar ¿Alguna relación hasta ahora con el síndrome que consiste en recluirse en el hogar?

La única relación entre el trastorno el y el filósofo está en el desaliño personal. Pero en Diógenes no se trataba de simple descuido o falta de fuerza de voluntad: él justamente enseñaba a no ser esclavos de las pasiones. Si hacía un calor insoportable, entonces él se tiraba a la arena caliente y rodaba sobre ella para demostrar que podía soportarlo. Si hacía un frío de morirse, entonces él se abrasaba desnudo a una estatua helada. Y si hubiese querido estar más presentable es probable que también lo hubiese logrado. Sin embargo, para diógenes el pelo y la barba desprolija eran naturales y no tenía sentido desdeñarlas. Cuando veía a alguien bien afeitado preguntaba: “¿tanto deseás ser mujer?”. Lo que él demostraba con estas acciones es que la gente se preocupa más por lo que está convencionalmente mal que por lo que realmente lo está. Por ejemplo, Diógenes no tenía problemas con masturbarse en público mientras afirmaba que "desearía también poder quitarme el hambre frotándome la barriga". Después de todo se trata de una función corporal perfectamente normal y que no tiene nada de malo en sí misma y fuera de nuestras convenciones sociales. Tampoco se preocupa por no robar, ya que "todas las cosas pertenecen al sabio", o hasta de defecar en público mientras daba sus lecciones.

Quienes sufren el síndrome de Diógenes suelen no trabajar. Claramente nuestro filósofo tampoco lo hacía en el aspecto comercial, pero sí en aquél otro trabajo que ya nadie alaba: el ejercido sobre uno mismo. Para mí esto queda sutilmente reflejado en la siguiente anécdota; cuando un ministro le dijo "¡Ay, Diógenes! Si aprendieras a ser más sumiso y a adular más al emperador, no tendrías que comer tantas lentejas." Diógenes contestó: "Si tú aprendieras a comer lentejas no tendrías que ser sumiso y adular tanto al emperador". Sin embargo también tenía otro labor: él no provocaba a la gente con sus comentarios y actitudes socialmente reprochables sólo por diversión, sino que estaba haciendo su trabajo: enseñar. Pues esa es una de las tareas del bueno filosofo. Es por eso que nunca evitaba una discusión, sobre todo cuando con platónicos se trataba. Sobre el Topus Uranus, el mundo de las ideas de Platón, sencillamente decía "yo al caballo lo veo; a la caballitud, no" (Nota: parece que esta frase es original de Antístenes). Y cuando Platón definió al humano como un bípedo sin plumas, él desplumó un pollo y se lo arrojó a los pies. Lo que me gusta de estás ultimas actitudes es que son escépticas y empíricas. Sobre la famosa paradoja de Zenon sencillamente sentenció "el movimiento se demuestra andando". Y una  vez, cuando un platónico lo trató de confundir con la siguiente falacia "No has perdido nada de lo que tienés . Y como no perdiste cuernos: tenés cuernos". Diógenes contestó, tocándose ingenuamente la cabeza "¿sí?, pues yo no los veo". Cada una de estas anécdotas refleja un duelo mental y filosófico, pues como el mismo dijo cuando alguien se jactaba de haber vencido a quién sabe cuantos hombres en la arena, "No, yo derroto hombres; vos sólo esclavos".

Pero, como siempre, me estoy yendo del tema. La cosa es que no hay nada menos cínico que el síndrome de Diógenes.



Fuentes:

martes, 8 de marzo de 2011

El Día de la Mujer y la Revolución Rusa


En 1910 se llevó a cabo, en Copenhague, la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas. Allí sus miembros acordaron celebrar, al año siguiente, el Día de la Mujer Trabajadora para manifestarse en contra de la discriminación sexual laborar y para demandar el derecho al voto. Así, el primer día de la mujer se celebró por primera vez el 19 marzo de 1911 en Alemania, Suiza, Dinamarca y Austria. Superó todas las expectativas de convocación. Seis días después se produjo, debido a las malas condiciones laborales, el incendio da la Triangle Shirtwaist Company, en donde murieron 140 mujeres. Desde entonces el Día de la Mujer conmemoró este suceso. Muchas fuentes periodísticas confunden este incendio con el que se produjo en 1908 en la fábrica textil Cotton, en el cual murieron 146 mujeres y que fue originado por las bombas incendiarias que les arrojaron al negarse abandonar el lugar. Hay quien afirma que esta confusión es intencional y que se quiere desligar el Día de la Mujer de sus orígenes comunistas. Sea como sea, año tras año el Día de la Mujer fue ganando popularidad y año tras año más y más países se sumaron.

Empleadas de la planta Putilov en las calles
Más tarde, el 4 de Marzo de 1917, las mujeres rusas se declararon en una huelga que derivaría en la Revolución de Febrero (Marzo en nuestro calendario). Ellas reclamaban paz, comida, el voto femenino y el regreso inmediato de los combatientes. Practicamente cada fábrica de Petrogrado fue cerrada y, llegado un momento, se envió un batallón de soldados a la ciudad para apaciguar el levantamiento; pero muchos de ellos no sólo prefirieron desertar, sino que se rebelaron. Cuatro Días después, el 8 de Marzo, el Tsar fue obligado a abdicar y lo reemplazó el gobierno provisional que otorgaría el voto a la mujer. Las mujeres de todo el mundo tomaron nota de lo que había acontecido en Rusia y se unieron a una lucha cuyos orígenes, hoy en día, nadie recuerda.



Fuentes:

lunes, 7 de marzo de 2011

Orígenes de la máquina de escribir y el nacimiento de Qwerty



Foto de la Sholes & Glidden de 1874.
La historia de la máquina de escribir nace con los buenos deseos de ayudar a los ciegos; deseos que curiosamente aparecieron en tiempos de Valentín Haüy. Claro, no todos los inventores tenían tan noble objetivo, pero sí gran cantidad de ellos como, por ejemplo Pellegrino Turri, que en 1808 creó una máquina para su amiga, ciega de nacimiento, la condesa Carolina Fantoni da Fivizzo. Tristemente, ninguna de estas máquinas ha sobrevivido, así que el honor de ser la primera se le suele atribuir a la creación de William Austin Burt. Esta data de 1829 y es la primera máquina de la que hay registros fidedignos de que llegó a ser más que una patente.


Replica del tipógrafo de Burt. El original se perdió en un incendio.

El tipógrafo, que es como Burt nombró a su invento, consistía en una caja de madera en cuya parte superior había una barra móvil que podía desplazarse sobre una región semicircular y en la cual se encontraban los caracteres. Elegida la letra, se colocaba la barra sobre él y se la presionaba para inprimirla. El reloj de la parte frontal no es tal, sino un sistema de interlineado. Como debe estar pensando, querido lector, este método era bastante más lento que escribir a mano. El mundo, es decir, el mercado no se interesó en el tipógrafo y, eventualmente, Burt se cansó de él y vendió la patente. Sus compradores nunca supieron qué hacer con ella.

El rafígrafo de Foucault, en el Museo Valentín Haüy.
En 1841, como mencioné en mi entrada anterior, Louis Braille y Françoise-Pierre Foucault, ambos ciegos, inventaron el rafígrafo, un máquina que permitía escribir en Braille.

Mitterhofer Nr. 1 - 1864
Hasta aquí sólo he mencionado dos, las más importantes en mi opinión, pero en realidad se crearon una gran cantidad de máquinas; una más peculiar que la otra, pero todas ineficientes en materia de velocidad. Todas hasta 1865, cuando el reverendo Rasmus Malling Hansen crea su extraña bola de escribir: la primera máquina en ser más veloz que el lápiz y el papel. Pese a esto, jamás logro ser un éxito comercial.  

Bola de escribir de Malling Hansen - 1867.
Christopher L. Sholes, empleado de un pequeño diario, tenía por hobby arreglar y modificar todo tipo de máquinas y aparatos. Un día él y su amigo Samuel W. Soule tuvieron la idea de diseñar una máquina para numerar hojas, tickets y demás. Y, cuando se la mostraron al inventor amateur Charles Glidden, este les preguntó si la máquina podría imprimir letras y palabras también. Sholes y Soule se miraron las caras y, junto a Glidden, quien sería el principal soporte económico, se pusieron manos a la obra. La máquina resultante fue descrita por un artículo de The Scientific American como “literally a piano”. No se podía ver lo que se escribía, era lenta, las teclas eran blancas y negras como en un piano y tenían la siguiente distribución:
3 5 7 9 N O P Q R S T U V W X Y Z
2 4 6 8 . A B C D E F G H I J K L M
No había 0 ni 1, pues se usaba la o y la l respectivamente. El trío sacó la patente en 1868 y se puso a escribir cartas con su creación para que algún interesado se lo compre. Así conocieron a James Densmore, quien les dice que así como estaba, la máquina era inservible. A Soul y Glidden esto no les agrado mucho y abandonaron el proyecto, dejando solos a Sholes y Densmore. Pero pese a su comentarios, Densmore era muy optimista: instó siempre a Sholes a trabajar y puso el dinero para ello.

Sholes y Densmore, respectivamente.

El dúo buscó un par de estenógrafos (aquellos que escriben tan rápido como se habla utilizando taquigrafías) para experimentar y comenzaron a rediseñar la máquina. Tras cinco años de diseñar y rediseñar, y cuando su sistema era más veloz que escribir a mano, Sholes decidió que un mecánico experto examinara el resultado. Este mecánico, George W. N. Yost, luego de hacer unos pequeños cambios, los vinculó con E. Remington & Sons, la famosa fabricante de armas que en ese entonces era conocida por sus máquinas de cocer y herramientas para granjas. La compañía se interesó en la máquina y Sholes le vendió su parte de la patente por $ 12.000 de la época. Densmore seguía siendo optimista con la máquina, así que no acepto la oferta de vender su parte. Esta decisión más tarde le hizo ganar $ 1.500.000.

Sistema de tipeo de la máquina de Sholes. La impresión se realizaba en la parte inferior del rodillo en lugar de hacerse en la frontal como en las máquinas modernas, y es por eso que no podía verse lo que se escribía: el papel estaba debajo del rodillo.
Sin embargo, Sholes continuó trabajando en su creación, pues tenía muchos problemas y él lo sabía: no se podía ver lo que se escribía y, al escribir muy rápido ciertas combinaciones de teclas, las varillas tendían a chocar y a atascarse (a lo que en inglés se llamó jamming). Lo peor es que no te dabas cuenta de esto hasta que sacabas el papel de la máquina y veías que a tus palabras le faltaban varias letras ¡qué terriblemente molesto debía de ser!

Primera máquina de escribir japonesa. Se nombró No 1 y data de 1915. Tiene más de 2000 teclas y se conserva una en el museo de la ciencia de Ueno.
Sin permanecer ocioso, y por sugerencia de Densmore, Sholes se dedicó a estudiar la escritura inglesa. Quería saber cuáles eran las combinaciones de letras más comunes y, con este dato, creó un teclado donde la mayoría de las palabras se escriben alternando la parte derecha del teclado con la izquierda: había nacido QWERTY, el teclado que, casi con total seguridad, estás utilizando. De esta manera se podía escribir rápido y se evitaba el jamming. El mito afirma que el objetivo de QWERTY era, en realidad, ralentizar la escritura, pero no: que el teclado no haya sido diseñado para obtener la máxima velocidad de tipeo posible no implica que la lentitud haya sido su meta; esta fue el escribir lo más rápido posible sin atasques ni amontonamientos.

Teclado QWERTY. Los dedos índice se colocan sobre las teclas F y J, las cuales están marcadas. Como se ve en la imagen, cada de se encarga de una columna distinta del teclado.
Si bien QWERTY no solucionó del todo el problema, se trató de una mejora realmente notable. El otro asunto, el de la escritura visible, era un tema más difícil. En el diseño de Sholes, y en el de las mayoría de las máquinas, los caracteres se imprimían golpeando contra la parte inferior del rodillo en lugar de contra la parte frontal como en las máquinas modernas: el papel se colocaba debajo del rodillo. Esto se hacía así para aprovechar la gravedad y asegurar que las teclas volviesen adecuadamente a su lugar tras soltarlas. ¡Hubo que esperar hasta 1895 para poder ver el papel! Pero en fin, lo importante es que como ya no se producía jamming, Remignton & Sons lanza al mercado, en 1874, la Remignton No 1, también conocida como la "Sholes & Glidden". Fue un fracaso.

Pintura de la Sholes & Glidden de 1874. Imagen de www.todocolección.net.
Cuatro años después la Remington No 2 traería el éxito y el dinero a una compañía al borde la quiebra. La gran mejora de esta máquina fue la tecla shift, la cual movía el carro de las varillas para alternar entre minúsculas y mayúsculas. También prescindía del pedal gracias a la incorporación de una palanca que se encargaba del interlineado, también obra de Sholes. El éxito de la "No 2" fue tal que la competencia pronto abandonó sus máquinas y se dedicó a mejorar la obra de Sholes y, por supuesto, cambió sus teclados a QWERTY.

Uno de los primeros modelos de la Remington No 2.
Dado que QWERTY tiene ya 138 años, no es de extrañar que hoy en día haya miles de alternativas mejores, más cómodas y rápidas de aprender. (Las velocidades máximas de tipeo parecen depender más que nada de cuestiones anatómicas, pero no todos los teclados se aprenden en el mismo tiempo ni son igual de cómodos). Sin embargo cambiar de teclado, como por ejemplo a DVORAK, la alternativa más popular y la que estoy utilizando desde hace unas semanas (y que me gusta bastante), implicaría reducir la productividad por un par de meses para obtener como resultado casi la misma productividad que antes. En un mundo capitalista este cambio no tiene sentido. Esta es una historia popular entre los economistas, cuya moraleja es que una estandarización prematura en medio de un mercado inmaduro puede producirnos a los usuarios unas cuantas incomodidades.

Teclado DVORAK, patentado en 1936. Las manos quedan quitas casi del todo, por lo que resulta más cómodo y menos cansino que QWERTY.
Links de interés:

viernes, 4 de marzo de 2011

Hacia el sistema Braille

Valentín Haüy
En 1771 y durante un festival religioso, Valentín Haüy fue testigo del maltrato y la humillación recibidas por un grupo de ciegos. Esto despertó en él el deseo de ayudar a los no-videntes; deseo que 13 años más tarde se convertiría en la primera escuela para ciegos, la Royal Intituition for Blind Children de París. El primer alumno de Valentín fue un tal Francois Lesueur, quién lo impresionó con su habilidad para reconocer monedas mediante el tacto. Así nació en él la idea de crear un sistema de lectura para ciegos basados en letras con relieve. Muchos métodos diversos probó Valentín hasta conformarse con un sistema de impresión de libros cuyos caracteres resaltaban gracias a alambres de cobre. Este método tenía sus desventajas: las letras no podían leerse de una sola vez dado que por su gran tamaño un dedo no las cubría; se podía leer pero no escribir y el cobre hacía a los libros pesados e incómodos. Pero, pese a esto, los ciegos empezaron a leer y, por lo tanto, a aprender: Haüy había enterrado el mito de que los no-videntes eran estúpidos. Y la gente aprendió esa lección. Valentín fue felicitado por la Berlin Academy of Science, donde presentó sus métodos frente al Rey de Prussia; el Rey de Rusia lo llamó para innagurar una escuela para no-videntes en St. Petersburgo; su escuela recibió financiamiento estatal y pronto comenzaron a crearse otras. Las cosas habían cambiado.

Charles Barbier de la Serre
Mientras tanto, Napoleon I tuvo la grandiosa idea de pedir que desarrollaran un sistema de escritura nocturna para que sus soldados pudieran escribir y leer sin luz. El capitán de artilleria Charles Barbier de la Serre puso manos a la obra e inventó un sistema interesante, aunque difícil de usar para las tropas. La idea de Charles fue la siguiente: armó una matriz (tabla) de $6\times6$ en donde cada coordenada correspondía a un sonido o letra. Dichas coordenadas se expresaban mediante puntos en relieve distribuidos en dos columnas. La primera indicaba la columna del caracter en la matriz; la segunda, la fila.

1
2
3
4
5
6
1
a
i
o
u
é
è
2
an
in
on
un
eu
ou
3
b
d
g
j
v
z
4
p
t
q
ch
f
s
5
l
m
n
r
gn
ll
6
oi
oin
ian
ien
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ieu

De esta forma, la letra j (4, 3) se representa así:
$\bullet \bullet$
$\bullet \bullet$
$\bullet \bullet$
$\bullet$

Si bien los soldados tuvieron sus problemas con este método, a la French Royal Academy of Sciences le pareció interesante y le sugirió a Charles presentarlo en el instituto de Valentín. Él acepto y en 1821, un año antes del fallecimiento de Haüy, introdujo su método a los alumnos de la escuela, quienes quedaron encantados con este. Entre dichos alumnos estaba un joven de 13 años, que estaba en el instituto hacía tres y quien había perdido la vista antes de cumplir los cuatro. Esto fue lo que le ocurrió: mientras jugaba en el taller de su padre, un talabartero, se clavó en el ojo un punzón usado para perforar cuero. La herida se infectó y Louis Braille, que es como se llamaba el joven, quedó completamente ciego.

Louis Braille
Louis estaba muy entusiasmado con el código de Barbier, pero reconocía sus fallas: el tamaño de los símbolos podía llegar a ser hasta de 12 puntos, por lo que no se podía leer de una sola pasada; el código describía sonidos pero no la ortografía; no había signos ni números. Así, este joven recién entrado en la adolescencia se puso a perfeccionar el método de Charles, o al menos eso fue lo que él modestamente dijo. En realidad su diseño, aunque inspirado en el trabajo de Charles, era una cosa completamente nueva, y quizás por eso el capitán nunca estuvo muy contento por la optimización hecha por joven. El método de Louis era el siguiente: cada caracter estaba representado por una serie de puntos contenidos en una matriz de $3\times2$; es decir, de tres filas y dos columnas. Como el signo más grande sólo podía tener seis puntos, podía leerse con una sola pasada de la mano. Ademas que este sistema permitía hasta 63 símbolos, con lo que habían de sobra para tener signos ortográficos, números y hasta algunos símbolos matemáticos.


Como toda nueva idea, al principio fue rechazada. Aparte del ya mencionado recelo de Barbier, los fanboys de Haüy decían, como era de esperar, que el viejo y conocido método era mejor. Otros decían que este método era bueno para los ciegos, pero que los videntes no podrían leerlo (¡porque para eso tendrían que aprenderse los fucking símbolos!). Y, como es de esperar cada vez que el hombre se encuentra con lo novedoso, se prohibió utilizar el método en la escuela. Y, como es de esperar cada vez que se le prohíbe algo a los jóvenes, este hecho alentó su uso en secreto.
Octavas. Imagen extraida de saccom.org
Louis, quien terminó siendo prefesor en el instituto, siguió trabajando en su método. Lo adaptó a la matemática, las ciencias y a la música, y en 1829, lo presentó por primera vez al público. Pero esto no es todo. En 1841, junto al también ciego Françoise-Pierre Foucault, inventó rafígrafo, un ingenioso aparato que permitía escribir en Braille.

El rafígrafo de Foucault, en el Museo Valentín Haüy.
En 1852 fallece Louis, tras sufrir la tuberculosis. La historia cuenta que él murió creyendo que su sistema moriría con él. Sin embargo, dos años más tarde, se celebró en París un congreso internacional para analizar la situación educativa de los ciegos. Allí concluyeron que de todos los sistemas presentados, analizados y discutidos, el de Braille era el mejor. El resto es historia conocida: el Braille se extendió por el mundo y se volvió el sistema universal de escritura de los ciegos.



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